Velar
por la salud psicológica de los deportistas.
Evitar que los aspectos personales de los deportistas afecten a su rendimiento.
Esta función relacionada con
la línea formativa o educativa de la psicología del deporte,
mediante cursos, conferencias o seminarios aplicados, enseña a los
deportistas, entrenadores, directivos o árbitros algunos principios
o técnicas psicológicas con el fin de que estos lo apliquen en el
ejercicio de su profesión.
Una forma de imaginar al
psicólogo como dicen Weinberg y Gould en su obra Fundamentos de
psicología del deporte y el ejercicio físico (1996), es como “un
, quien, a través de sesiones
individuales y de grupo, forma a deportistas practicantes de
ejercicio físico en las destrezas psicológicas y su desarrollo”
(p. 16). El manejo de la ansiedad, el establecimiento de objetivos,
el desarrollo de la confianza y la mejora de la comunicación son las
áreas abordadas con mayor frecuencia por los psicólogos del deporte
educativos.
Evitar que los aspectos personales de los deportistas afecten a su rendimiento.
El deportista no es solo un
aparato fisiológico automatizado, anatómico en óptimas
condiciones, existe un estado psicológico que define la actitud del
atleta, el deporte que practica, su deseo de superación, el impulso
hacia la competencia, las ansias de victoria. Dicho estado
psicológico ha de conocerse y evaluarse para analizar su rendimiento
y capacidad competitiva.
Además, la importancia que
tienen factores del entorno como familia, amigos, influencias
externas, etc, influyen en la razón de mantenerse en la disciplina o
afectando al rendimiento o ambas.
Lo que nos lleva a prever,
actuando en consecuencia, minimizando aquellas influencias negativas
e incidiendo en las positivas.
Facilitar el
mantenimiento de la motivación de los deportistas.
Es necesario conocer al
deportista adecuadamente, si su motivación es intrínseca o
extrínseca o una combinación de ambas, interviniendo en los
momentos necesarios para mantener la motivación cotidiana,
previniendo posibles déficits o excesos o ambos, el fortalecimiento
de la autoconfianza y cuando las circunstancias así lo indiquen en
la cohesión del equipo.
Facilitar el proceso de aprendizaje de gestos técnicos o de jugadas
o de ambos.
La implicación en el proceso
de aprendizaje mediante técnicas que mejoren la atención, los
objetivos de la técnica, etc, durante todo el proceso de
entrenamiento y competición.
Enseñar a los
deportistas a rendir bajo presión.
Aspecto ciertamente
importante, ineludible si cabe durante la competición. La adaptación
a las condiciones estresantes derivadas de la competición es, sin
duda, crítica, por lo que es necesario un trabajo, un entrenamiento,
que permita al deportista abordar estas situaciones con éxito o al
menos que no merme su rendimiento.
Fomentar la
cohesión de los equipos.
Es evidente la cohesión de un
equipo deportivo ha de trabajarse para alcanzarla, además de su
mantenimiento.
Asesorar al
equipo técnico en materia psicológica.
El asesoramiento, al equipo
técnico, cuya finalidad primordial es optimizar el rendimiento y
bienestar del equipo, así como, la prevención de problemas
psicológicos derivados del entorno deportivo.
Ayudando a conceptuar de forma
más precisa sus interpretaciones sobre la realidad deportiva,
contribuyendo de esta forma a la exclusión de explicaciones
inexactas o erróneas sobre el comportamiento humano.
Asesorar, sin menoscabo, como
influir positivamente en los deportistas, sugiriendo al equipo
técnico la forma más adecuada de dirigirse, tratar a un deportista,
diseñar un programa de establecimiento de objetivos para optimizar
el rendimiento y el bienestar de los miembros de un equipo o proponer
cambios para que disminuyan las interacciones agresivas, etc.
Sin embargo, no ha de actuar
ya que es el equipo técnico quien, en última instancia, ha de
valorar y actuar si así lo considera conveniente.
Facilitar la
adherencia al tratamiento de los deportistas lesionados.
Cuando un deportista se
encuentra lesionado, la percepción de la lesión que soporta, su
comportamiento hacia la misma, incide sobre manera sobre el proceso
de recuperación. Es por ello, que habrá que estar pendiente de los
aspectos psicológicos que intervienen, ya sean variables de
personalidad o psicosociales o ambos.
Impagable e inestimable la
labor del psicólogo en esta situación, para evitar los temores a
quedar rezagado o apartado entre otros.