Modelo
técnico de paleo para kayak.
Introducción
La
formación técnica es uno de los pilares que conforman la
preparación física en el piragüismo, ya que para el uso eficiente
de la fuerza, la velocidad y la resistencia por parte del palista, es
necesario que este adquiera la técnica ajustada y fundamentada a sus
características desde el punto de vista biomecánico.
La
asimilación de la técnica adecuada es decisiva dentro de un sistema
de entrenamiento, máxime cuando las facultades físicas y datos
antropométricos no son excepcionales. Dicho esto, es de una
importancia mayúscula la enseñanza de la técnica correcta a los
palistas, puesto que una mala formación técnica puede suponer
lesiones, un rendimiento pobre, en definitiva, una ruptura en la
carrera deportiva de los palistas y más si se une a la dificultad
cuando se quiere modificar las estructuras de los movimientos en los
palistas formados.
La
adquisición de una seña de identidad, basada en la adopción de un
estilo de paleo propio, que permita la homogenización en la técnica
de paleo de kayak para todo un equipo,supone la ventaja de facilitar
la creación de tripulaciones con una mayor esperanza de éxito,
además de la subsiguiente simplificación en la configuración de
las mismas.
Por
tanto, la descripción de un modelo técnico de paleo en kayak en el
que se den las premisas para conseguir el objetivo propuesto, junto
con una metodología de enseñanza en la que se adopte una
ludificación de las fases a superar y un glosario de los errores más
comunes es necesario.
Descripción
del modelo.
Consideraciones
previas
Antes
de describir el modelo de paleo se han de contemplar unos supuestos.
La
posición dentro de la embarcación.
El
mantenimiento de la perpendicularidad.
El
bloqueo articular.
Deporte
cíclico.
Debemos
destacar que sin estabilidad el paleo es inexistente, convirtiéndose
la estabilidad en un factor limitante sin el que no se puede dar una
técnica de paleo óptima y adecuada.
El
paleo es cíclico, debe ser eficaz, eficiente y seguro.
El
paleo se da en un entorno de equilibrio inestable sobre el que ha de
generarse impulso.
El
impulso se transmite formando nuestras propias palancas, mediante un
punto de apoyo dinámico.
El
sistema que conforma el palista, la embarcación y la pala, es un
sistema que se encuentra inmerso en un medio por el cual se ve
afectado, así como de las interacciones típicas entre sus
elementos. Debemos, además, identificar dichas interacciones para
conocer como influyen en cada uno de sus
componentes.
La
trayectoria de la palada en el agua mientras aplicamos fuerza supone
un mayor o menor grado de eficiencia, una trayectoria óptima implica
una utilización de recursos menor, esta se produce cuando la hoja de
la pala se halla a noventa grados respecto a la superficie del agua,
asimismo la velocidad a la que se desplaza en el plano transversal
debe ser suficiente para producir sustentación.
La
elección de un modelo de pala u otro influirá
sobre la eficiencia de la palada.
Situación
del cuerpo
Una
impecable posición del palista va a condicionar en gran medida la
propulsión de la embarcación.
El
cuerpo se encuentra sentado sobre los isquiones en el centro del
asiento, para ello la pelvis se encuentra en antepulsión.
El
tronco erguido desplazado hacia delante, entre diez a quince grados.
Pecho
hacia arriba, no hacia delante, buscando la máxima distancia
pubis-pecho.
La
cabeza erguida y fija, barbilla arriba, mirada al frente.
Se
debe mantener una rotación externa de los hombros para favorecer una
mayor amplitud de la distancia acromial.
Las
piernas han de estar flexionadas permitiendo que las caderas puedan
moverse en ambos sentidos facilitando la proyección de las mismas.
Es habitual que las piernas se encuentren flexionadas entre ciento
diez y ciento veinte grados. Las piernas no deben llegar a la
hiperextensión. Las piernas deben estar ligeramente separadas.
Los
pies estarán apoyados sobre el reposapiés en un ángulo entre los
sesenta y los setenta grados con respecto al eje longitudinal. Será
el metatarso el que deberá estar apoyado constantemente, en el caso
de reposapiés enteros se apoyará todo el pie. Este apoyo es de
carácter primordial es el que permite el avance de la embarcación
en la dirección y sentido deseados.
Los
talones apoyados en el fondo de la embarcación, permanecen fijos sin
moverse.
Elección
de la pala
El
palista debe usar una pala acorde a su antropometría, una pala
inadecuada produce gestos aberrantes, lesiones, baja autoestima.
Sujeción
de la pala
El
agarre de la pala influye a la hora de determinar la longitud de la
pala.
La
pala sobre la cabeza, brazos entre ochenta y noventa grados nos
indicará la posición correcta de las manos sobre la pértiga.
Agarre
de la pala
La
mano derecha es la de gobierno de la pala, su agarre es importante,
ya que un mal agarre puede suponer una introducción incorrecta de la
hoja en el agua, lo que hace que la eficiencia de la palada se vea
comprometida.
La
mano derecha agarra la pala de tal forma que los metacarpianos estén
alineados con el eje central de la hoja.
Respecto
a la mano izquierda debemos estar atentos para que no usurpe las
funciones de la mano derecha.
Fases
de la palada
Aunque
la palada es un movimiento continuo para su descripción se van a
dividir en tres fases principales y dos de ellas en subfases.
Fase
de aplicación de la fuerza
Considerada
la fase esencial de la palada.
Durante
esta fase se origina y realiza la propulsión, causando el progreso
de la embarcación.
Postura
inicial
La
hoja está perpendicular al agua, paralela al eje transversal,
introducida en su máxima profundidad, lo más cercana a la
embarcación, detrás del talón aproximadamente.
La
rodilla del lado de la palada debe estar flexionada.
La
cadera del lado de la palada ha de estar desplazada hacia delante, en
el punto de mayor amplitud.
La
pierna contraria debe estar extendida, la cadera desplazada hacia
detrás, en el punto de mayor amplitud.
Los
pies han de estar apoyados totalmente.
El
brazo de arriba está semiextendido a la altura de la vista.
El
brazo de abajo igualmente semiextendido.
El
hombro de la palada se encuentra acompañando a la cadera, al igual
que esta se halla en su punto de máxima amplitud.
Los
hombros rotados externamente, con el objeto de que contribuya
a la proyección del pecho hacia arriba y
a la ampliación del radio de giro, asimismo a
una capacidad pulmonar óptima.
La
cabeza erguida, fija, la mirada al frente.
La
pértiga de la pala se halla en la posición más lejana posible del
pecho.
El
tronco está levemente adelantado, notando que el peso se encuentra
sobre los isquiones para permitir aprovechar una fracción del peso
del palista.
Ejecución
Los
brazos, deben posicionarse, por tanto, de tal forma que permita
producir una palanca adecuada y óptima, junto con las caderas y las
piernas, van a condicionar el rango, amplitud, de la palada. Tratando
de mantener la perpendicularidad durante el mayor tiempo posible.
Cuanto
mayor es la distancia a la que se encuentre la pértiga de la pala o
más lejos las manos, del pecho, mayor longitud de palada, más apoyo
se crea. Existe una correlación alta entre el bloqueo articular y la
capacidad de describir una circunferencia de mayor longitud, puesto
que ante un menor bloqueo articular las pérdidas de fuerza son
mayores.
El
movimiento comienza en las piernas desde
la posición antes descrita, la pierna del
lado de la hoja en el agua se va extendiendo a la vez que la otra se
va encogiendo al unísono, junto con el giro de las caderas. Las
piernas y las caderas forman un nexo con el tronco de lo que ha de
ser consciente.
Mientras
se produce este movimiento, la musculatura lumbopélvica se encuentra
en tensión de tal forma que la fuerza nacida en las piernas y
caderas pueda ser transferida al tronco incorporándose
este a la cadena transmisión.
El
brazo de la hoja que está en el agua debe simpatizar con el
movimiento natural de la hoja a separarse de la embarcación, puesto
que está diseñada para ello.
La
trayectoria de la mano de arriba se va a ver reflejada en la mano de
abajo y por ende en la trayectoria de la pala y su profundidad, se
debe mantener una trayectoria lo más rectilínea posible,
manteniéndose a la altura de la vista, esta será la zona óptima.
Esta
mano es esencial a la hora de transmitir
el peso del palista sobre la hoja, provocando una sensación de mayor
estabilidad, lo que se traduce en una mejor aplicación de fuerza.
Esta
transmisión del peso significa que el centro de gravedad va a variar
durante el ciclo de la palada, desplazándose.
La
torsión está condicionada por la amplitud de giro de las caderas,
no debe haber una prolongación de la misma a través de la cintura o
los hombros. Es más, la fase de aplicación de fuerza viene dada por
la amplitud de giro de las caderas.
La
extensión de esta allende va a suponer un
rendimiento marginal negativo, pues existe
una pérdida de eficiencia debida a un mal ángulo de trabajo, la
musculatura reclutada es más débil, apareciendo
una extracción retrasada de la hoja
alarga la preparación de la siguiente palada, recordemos: la palada
es cíclica, y se engancha frenando la embarcación.
Fase
de extracción de la hoja
Entendida
como un movimiento que se inicia al final de la aplicación de la
fuerza y parte de la trayectoria natural de la hoja.
Subfase
acuática de la extracción de la hoja.
La
extracción de la pala del agua es una consecuencia de respetar la
trayectoria natural de la hoja.
La
hoja pasa de un medio acuático a uno gaseoso, el palista ha de ser
consciente de este hecho con el objeto de maximizar el apoyo dinámico
para lanzar la embarcación.
El
palista ha de hacer coincidir el final del giro de las caderas justo
cuando se inicia el cambio de medio, finalizando así esta subfase.
Durante
esta subfase el kayakista debe comenzar a relajar su musculatura.
La
mano del lado contrario se encuentra a la altura de los ojos,
manteniéndose a la espera para configurar la siguiente palada.
Subfase
aérea de la extracción de la pala.
El
palista no ha de parar, ni ralentizar el movimiento de la hoja hacia
arriba y afuera.
La
hoja ha de estar situada de tal forma que exista la menor resistencia
a su salida, suele coincidir con el borde de ataque de la hoja.
El
movimiento hacia arriba no se detiene a la misma altura que la otra
mano, que se mantiene en espera, la mano sobrepasa a la anterior. Se
puede identificar este momento cuando la mano adelantada, que está
esperando, se convierte en el punto de giro de la pértiga. Siendo
este momento el punto de transición entre la fase de extracción de
la hoja y la fase de preparación de la palada.
Fase
de preparación de la palada (armado)
Se
acota esta fase entre el final de la extracción de la hoja del agua
hasta que la hoja se encuentra sumergida con la suficiente
profundidad para comenzar la fase de aplicación de fuerza.
La
posición del tronco, caderas y piernas es la misma que hemos
conseguido al finalizar la fase de aplicación de la fuerza, por
tanto no ha de preparse.
El
objetivo es situar correctamente la hoja usando las articulaciones
superiores únicamente.
Existe
también aquí un cambio de medio, esta vez de gaseoso a acuático,
lo que va a condicionar la aparición de dos subfases.
Subfase
aérea de la preparación de la palada
Las
manos se encuentran a distinta altura.
El
recorrido de la hoja comienza cuando una vez armada la palada hasta
que entra en el agua.
El
ataque se inicia con las dos manos, se ha de tener en cuenta la
velocidad de la embarcación para ajustar la velocidad del movimiento
de los brazos.
La
entrada en el agua se hace de forma limpia, sin que aparezcan
burbujas, ni ninguna otra perturbación que podrían afectar a la
sustentación.
Subfase
acuática de la preparación de la palada.
El
objetivo de esta subfase es conseguir que la hoja adopte la posición
idónea para maximizar la aplicación de la fuerza durante la
siguiente fase.
El
ataque se hace por el borde inferior de la hoja, esto nos permitirá
minimizar las posibles turbulencias que se manifestarían ante una
inadecuada introducción de la hoja en el agua, lo que restaría
eficiencia a la siguiente fase.
Es
muy importante que la hoja se encuentre perpendicular al eje del
barco.
Cuando
notemos un empuje de la pala hacia arriba habrá terminado esta
subfase y será el momento en el que se inicia la fase de aplicación
de fuerza.