miércoles, 24 de julio de 2019

CRITERIOS PSICOLÓGICOS EN LA SELECCIÓN DE DEPORTISTAS DE ALTO NIVEL




La selección de deportistas de alto nivel radica en la demostración competencial del deportista de habilidades psicológicas adecuadamente aplicadas.
El psicólogo del deporte estudiará las distintas variables psicológicas que influyen en el rendimiento deportivo, aplicando instrumentos y herramientas psicológicas que arrojen datos susceptibles de ser analizados.

Cada variable ha de ser analizada tanto individual como colectivamente con el objeto de determinar el grado y tipo de intervención que ha de programarse.

Ha de evaluarse el componente motivacional para conocer el tipo de motivación, su grado de intensidad durante las tareas deportivas, su dirección, en definitiva, hacia qué meta va dirigido el esfuerzo, su persistencia en el esfuerzo para la consecución de la meta.

Motivación: es un proceso psicofisiológico responsable de la necesidad o el deseo, que dinamiza la conducta dirigiéndola hacia una meta.

También, habrá que analizar la autoconfianza, lo que nos permitirá conocer el grado de certeza que posee el deportista de lograr el éxito, se considera a esta variable como predictora del rendimiento.

Además, la atención – concentración del deportista, comprobando el grado de ajuste de interacción con el entorno deportivo. Atendiendo al proceso de concentración.

Otra variable sería el control emocional, analizando si controla el enfado, el miedo, los imprevistos o adversidades mientras afronta los entrenamientos o la competición, o ambos.

El control de activación, sobre todo precompetitivamente, con el fin de determinar la necesidad de la ayuda psicológica.

La capacidad de esfuerzo del deportista para afrontar los entrenamientos y la competición, reparando en su actitud y en su capacidad de volición.

Todas estas variables psicológicas una vez evaluadas permiten identificar y seleccionar a deportistas de alto nivel en virtud de sus habilidades psicológicas.



1 Poder aprender (estabilidad emocional y entorno facilitador)

Las cualidades extraordinarias para asimilar aprendizajes deportivos albergadas por un deportista de alto nivel, implican a las psicológicas que pueden ser aprendidas, entrenadas, mejorarlas y mantenerlas.
Los deportistas de alto nivel disponen de requisitos físicos y psicológicos necesarios para alcanzar un rendimiento extraordinario. Sin embargo, la estabilidad emocional ha de ser cuidada, ya que fluctúa en el tiempo según los acontecimientos vitales soportados por el deportista.
Además, se necesita un entorno facilitador del potencial deportivo.

En definitiva, para poder aprender es necesario estabilidad emocional y un entorno, inmediato, facilitador o no perjudicial del rendimiento.

2 Querer aprender (claridad de objetivos y compromiso con el programa de entrenamiento)

Segundo escalón de la pirámide según Pep Marí.
La claridad en el establecimiento de objetivos supone una herramienta útil a la hora de decidir por parte del deportista si quiere o no quiere asumir el reto de trabajar duramente en la consecución de unos objetivos y comprometerse con el programa de entrenamiento para poder lograrlo.

Muchos deportistas jóvenes no acceden al alto nivel por su complacencia con lo que que ya saben hacer, no adquiriendo ningún compromiso, ni esfuerzo, ni atención en trabajar para mejorar o aprender nuevas habilidades.

El desarrollo de compromiso con el programa de entrenamiento es un deber sobre el que incidir en los deportistas permeables al aprendizaje y la mejora.
Por otro lado, el uso de estrategias de adherencia al entrenamiento y compromiso suelen ser útiles en el caso de aquellos cuyo grado de compromiso es bajo.

Para ser mejor cada día, hay que querer serlo, marcarse objetivos diarios, relevantes y específicos, centrándose en alcanzarlos, asumiendo el mayor compromiso permite serlo. Esto supone, sin embargo, estar muy seguro de que lo que se quiere alcanzar ha de hacerse por uno mismo, aunque no exista garantía de éxito.

Orlik (2009): “la excelencia en cualquier campo depende en gran medida de saber a dónde quieres ir (tener una visión), querer llegar allí (asumir un compromiso), creer en tu capacidad para llegar al destino (creer en tu capacidad: autoconfianza), y fundirte y ser uno con el paso que tienen que dar (estar completamente centrado y entregado)”. “Acepta consejos, haz preguntas, escucha, admite errores y corrígelos sin excusas, y demuestra que sigues queriendo aprender”.

2 CRITERIOS PSICOLÓGICOS EN LA SELECCIÓN DE DEPORTISTAS DE ALTO NIVEL

La selección de deportistas de alto nivel radica en la demostración competencial del deportista de habilidades psicológicas adecuadamente aplicadas.
El psicólogo del deporte estudiará las distintas variables psicológicas que influyen en el rendimiento deportivo, aplicando instrumentos y herramientas psicológicas que arrojen datos susceptibles de ser analizados.

Cada variable ha de ser analizada tanto individual como colectivamente con el objeto de determinar el grado y tipo de intervención que ha de programarse.

Ha de evaluarse el componente motivacional para conocer el tipo de motivación, su grado de intensidad durante las tareas deportivas, su dirección, en definitiva, hacia qué meta va dirigido el esfuerzo, su persistencia en el esfuerzo para la consecución de la meta.

Motivación: es un proceso psicofisiológico responsable de la necesidad o el deseo, que dinamiza la conducta dirigiéndola hacia una meta.

También, habrá que analizar la autoconfianza, lo que nos permitirá conocer el grado de certeza que posee el deportista de lograr el éxito, se considera a esta variable como predictora del rendimiento.

Además, la atención – concentración del deportista, comprobando el grado de ajuste de interacción con el entorno deportivo. Atendiendo al proceso de concentración.

Otra variable sería el control emocional, analizando si controla el enfado, el miedo, los imprevistos o adversidades mientras afronta los entrenamientos o la competición, o ambos.

El control de activación, sobre todo precompetitivamente, con el fin de determinar la necesidad de la ayuda psicológica.

La capacidad de esfuerzo del deportista para afrontar los entrenamientos y la competición, reparando en su actitud y en su capacidad de volición.

Todas estas variables psicológicas una vez evaluadas permiten identificar y seleccionar a deportistas de alto nivel en virtud de sus habilidades psicológicas.



1 Poder aprender (estabilidad emocional y entorno facilitador)

Las cualidades extraordinarias para asimilar aprendizajes deportivos albergadas por un deportista de alto nivel, implican a las psicológicas que pueden ser aprendidas, entrenadas, mejorarlas y mantenerlas.
Los deportistas de alto nivel disponen de requisitos físicos y psicológicos necesarios para alcanzar un rendimiento extraordinario. Sin embargo, la estabilidad emocional ha de ser cuidada, ya que fluctúa en el tiempo según los acontecimientos vitales soportados por el deportista.
Además, se necesita un entorno facilitador del potencial deportivo.

En definitiva, para poder aprender es necesario estabilidad emocional y un entorno, inmediato, facilitador o no perjudicial del rendimiento.

2 Querer aprender (claridad de objetivos y compromiso con el programa de entrenamiento)

Segundo escalón de la pirámide según Pep Marí.
La claridad en el establecimiento de objetivos supone una herramienta útil a la hora de decidir por parte del deportista si quiere o no quiere asumir el reto de trabajar duramente en la consecución de unos objetivos y comprometerse con el programa de entrenamiento para poder lograrlo.

Muchos deportistas jóvenes no acceden al alto nivel por su complacencia con lo que que ya saben hacer, no adquiriendo ningún compromiso, ni esfuerzo, ni atención en trabajar para mejorar o aprender nuevas habilidades.

El desarrollo de compromiso con el programa de entrenamiento es un deber sobre el que incidir en los deportistas permeables al aprendizaje y la mejora.
Por otro lado, el uso de estrategias de adherencia al entrenamiento y compromiso suelen ser útiles en el caso de aquellos cuyo grado de compromiso es bajo.

Para ser mejor cada día, hay que querer serlo, marcarse objetivos diarios, relevantes y específicos, centrándose en alcanzarlos, asumiendo el mayor compromiso permite serlo. Esto supone, sin embargo, estar muy seguro de que lo que se quiere alcanzar ha de hacerse por uno mismo, aunque no exista garantía de éxito.

Orlik (2009): “la excelencia en cualquier campo depende en gran medida de saber a dónde quieres ir (tener una visión), querer llegar allí (asumir un compromiso), creer en tu capacidad para llegar al destino (creer en tu capacidad: autoconfianza), y fundirte y ser uno con el paso que tienen que dar (estar completamente centrado y entregado)”. “Acepta consejos, haz preguntas, escucha, admite errores y corrígelos sin excusas, y demuestra que sigues queriendo aprender”.

martes, 16 de julio de 2019

Importancia de los Aspectos Psicológicos en los Procesos de Detención de Deportistas de Alto Nivel


Los deportistas de poseen una serie de características técnico-tácticas, físicas y psicológicas superiores a los demás deportistas, lo que hace que destaquen sobre el resto.
El deporte de alto rendimiento es fundamentalmente agonista, por lo que un deportista, se caracteriza por su talento y su capacidad de desenvolverse en el ámbito deportivo materializando resultados. Este proceso necesita de al menos 10 años de preparación y formación aunque suelen ser detectados a principio de su carrera formativa, siendo entonces cuando se exponen a entrenamientos intensivos permitiendoles alcanzar la profesionalización.

Las habilidades psicológicas, ocasionalmente, de los deportistas se ignoran, no desarrollándose. Sin embargo, son estas las que van a diferenciar a unos deportistas de otros.

1 Valoración de la compatibilidad del perfil psicológico del deportista con el rendimiento.

El alto rendimiento es extremadamente exigente, donde el talento debe ir unido a largos y duros procesos de entrenamiento en todos los aspectos que conforman al deportista. Se ha de señalar entre ellos la preparación en habilidades psicológicas con la finalidad de ayudar a optimizar el rendimiento deportivo.

El psicólogo deportivo entra en juego aportando actividades de evaluación e intervención mediante técnicas que le son propias, tales como observaciones, entrevistas, cuestionarios o prácticas etnográficas. Esto permite conseguir predicciones psicológicas sobre comportamientos y resultados de deportistas a posteriori.

2 Predicción del grado de adaptación de los deportistas a las condiciones de entrenamiento.

Una vez el deportista ha conseguido ser de alto nivel, este ha pasado por filtros a lo largo de su carrera, demostrando talento obteniendo buenos resultados.
Sin embargo, los deportistas de alto nivel durante su carrera cambian de entorno, estando expuestos a contingencias diferentes que han de afrontar, a pesar de ello deben continuar demostrando que son muy buenos.

El proceso de adaptación requiere tiempo y esfuerzo, unida a la disposición interna que es la actitud, lo que va a predisponer a adaptarse con mayor facilidad a los cambios y a la aceptación de patrones comportamentales que requieren los entrenamientos y la competición.

La actitud es esa disposición interna del sujeto para dar respuestas favorables o desfavorables ante los estímulos existentes.

lunes, 15 de julio de 2019

IDENTIFICACIÓN DEL PERFIL PSICOLÓGICO DE LOS EQUIPOS DE ALTO NIVEL



El grupo o equipo forma al individuo, del mismo modo que los individuos conforman al grupo (Ayestarán, 1996).
El grupo, como sistema social abierto, recibe el impacto de sus integrantes, de las interacciones que tienen lugar en su seno, de las relaciones intergrupales y de la organización de la que puede formar parte.

Perfil psicológico de los equipos de alto nivel.
Definimos equipo como : un conjunto de personas con habilidades y capacidades diferentes, que trabajan juntos para lograr un objetivo común, logrando mejorar sus resultados de manera continua.
Un equipo de alto rendimiento es aquél que alcanza sus objetivos de una manera excelente en términos de eficacia y eficiencia.

Rasgos distintivos de un equipo deportivo, Giesenow (2011):
  • Direccionalidad en la comunicación, característica más relevante.
  • Comunicación orientada a diálogos en búsqueda de consensos o acuerdos.
  • Se constituyen para el logro de resultados mensurables.
  • Se estimulan las sensaciones de pertenencia de los deportistas, favoreciendo la integración y orientación hacia los resultados.
  • La pertinencia en relación con la tarea es elevada. El equipo se constituye y tiene sentido por y en la tarea.
  • La heterogeneidad es un factor clave para potenciar la productividad del equipo.
  • Existe una clara delimitación de funciones en cada uno de los integrantes del equipo.
  • En el equipo deportivo se fomenta el desarrollo de líderes.
  • La competencia es fomentada para el desarrollo del potencial del equipo. Entendida esta como ser competente y aprender para competir. Se entrena para alcanzar resultados.

Los equipos de éxito, el cuerpo técnico y los deportistas hablan abiertamente sobre los temas que les afectan de manera directa, y todos trabajan de forma conjunta para alcanzar las metas que tienen en común.
Cuando se mantienen estos canales de comunicación se abre la posibilidad de obtener lo mejor del equipo: su energía y su creatividad (Giesenow, 2011)

Valores básicos compartidos.
Los equipos deportivos poseen energía y vitalidad, son dinámicos, crecen y se desarrollan.
Los integrantes interactúan, deciden, cooperan hacia metas compartidas, alcanzan logros e incluso se enfrentan a conflictos.
Los equipos de alto nivel desarrollan una serie de características comunes (Katzenbach, Smith, Douglas, 1996):
  • Poseen un propósito claro: todos sus miembros han de conocer inequívocamente la meta a alcanzar. Pudiendo así, contribuir a la consecución de la meta, focalizando sus esfuerzos hacia ella.
  • Comunicación efectiva hacia adentro y hacia afuera: el intercambio ágil y diligente de la información permite la adopción de decisiones adecuadas.
  • Voluntad de aprender de los demás: es necesaria la predisposición de los miembros a aprender continuamente nuevas técnicas, métodos, procedimientos, etc, para aplicarlos en el proyecto.
  • Participación en el grupo: los componentes del equipo además de las tareas específicas asignadas han de sentirse involucrados en la discusión de las incidencias y las decisiones adoptadas.
  • Orientación a la solución de problemas: esto genera un ambiente de solidaridad y confianza que contribuye a la motivación de sus miembros.
  • Búsqueda de la excelencia: esta búsqueda ha de permear desde los aspectos técnicos a las relaciones entre sus componentes, la responsabilidad y los resultados.
  • Celebración de los logros: otro de los factores que contribuyen a la motivación de los integrantes del equipo.

Claridad, aceptación y cumplimiento de roles individuales.
Un rol es un conjunto de expectativas para la conducta de un individuo que ocupa una posición específica en el grupo.
Es conveniente discernir entre roles formales e informales:
  • Los formales son adjudicados por la organización o el grupo.
  • Los informales se manifiestan por las interacciones propias entre los integrantes del grupo.
Claridad del rol: los deportistas han de conocer indudablemente lo que se espera de ellos. Esto supone un mejor diseño de los roles formales. Es imprescindible evitar el diseño de roles confusos, vagos, borrosos que puedan llevar a incongruencias, siendo el entrenador el que ha de aclarar cualquier discrepancia en los mismos.
Aceptación del rol: es otro de los requisitos para asegurar la eficacia y el desempeño de los roles dentro del equipo.
Tanto la claridad del rol como su aceptación por los miembros del equipo son indispensables para la consecución de la meta del equipo.

Confianza en función del compromiso.
En el seno del equipo podemos encontrar una necesidad de libertad y otra de responsabilidad, dichas necesidades se dan adecuadamente en climas de confianza.
La autenticidad de esta confianza depende de la reciprocidad entre los componentes del equipo.

El compromiso de un deportista está relacionado íntimamente con los vínculos que unen al entrenador con su equipo. Estos vínculos dependen de la manera de ser del entrenador. Este modo de ser ha de ser percibido como una incitación al compromiso.
Si la libertad exige un clima de confianza, esta consiste en admitir los errores cometidos por los deportistas.

La necesidad de progresión, la necesidad de amistad, la confianza en el otro y la trascendencia del proyecto constituyen una única y misma realidad, que da a la acción colectiva su sentido y unidad, permitiendo al equipo afirmar su voluntad de ser cada vez más coherente, cada vez más eficaz.

Si la competición favorece un auténtico intercambio entre los jugadores en busca de los valores en que se basa su compromiso, la acción colectiva se convierte en acción formativa ( Chappuis y Thomas, 1998).

El compromiso deportivo dentro del equipo podría pronosticar la capacidad de adaptación a una situación, o por el contrario la aparición de diferentes sintomatologías como el burnout, depresión o cualquier trastorno (Tutte y Suero, 2009).

miércoles, 10 de julio de 2019

IDENTIFICACIÓN DEL PERFIL PSICOLÓGICO DE LOS DEPORTISTAS DE ALTO NIVEL

IDENTIFICACIÓN DEL PERFIL PSICOLÓGICO DE LOS DEPORTISTAS DE ALTO NIVEL

Estabilidad anímica
    El perfil iceberg se caracteriza por una serie de puntuaciones determinadas en los seis estados que considera el modelo de salud mental (MSM):
    Tensión
    Vigor
    Fatiga
    Cólera
    Confusión
    Depresión

    Los deportistas con elevadas puntuaciones en el estado de vigor y bajas en los restantes dispondrían de un estado de ánimo que les permitiría incrementar la probabilidad de lograr un mejor rendimiento deportivo.
    Morgan observó que los deportistas de mayor éxito obtenían un perfil de estados de ánimo más saludables que aquellos menos exitosos o el de una población de control.

    Lane y Terry (2005) establecen niveles elevados de depresión asociados con aumentos de ira, tensión, confusión y fatiga, unido a una reducción del vigor. Los niveles aumentados de estados de ánimo negativos ejercen un efecto debilitante sobre el rendimiento, al contrario, en el caso del vigor suponen un efecto facilitador del mismo.
    La fatiga y la confusión también suponen un debilitante del rendimiento.
    La ira y la tensión, en ausencia de depresión, pueden ser facilitadores del rendimiento, aunque en demasía el rendimiento decrece.

    Se puede señalar, acorde con los modelos conceptuales de la psicología básica sobre la dinámica motivacional y emocional humana, es que las emociones experimentadas en situaciones de rendimiento, y tanto cualitativamente como en relación con sus diferentes dimensiones o parámetros, están vinculados con factores motivacionales que se ven afectados por la propia actividad desempeñada y sus resultados (Cantón y Checa, 2012).

    Entorno inmediato facilitador del rendimiento.

    Además de la familia y la figura del entrenador mencionaremos el equipo al que pertenece, el club, la federación, patrocinadores , representantes, medios de comunicación, seguidores, el público.
    Por tanto, una de las fuentes que permiten un mayor rendimiento al deportista parte de aspectos psicosociales, derivados de las interacciones sociales a las que se ve sometido.

    La efectividad del apoyo social para la mejora del rendimiento deportivo depende de la disponibilidad de los recursos interpersonales percibidos.
    Se ha demostrado que las personas están directamente involucradas en el bienestar del deportista son particularmente importantes proveedores de apoyo emocional y pro tanto pueden ser facilitadores de rendimiento inmediato (Martín Portugués, 2005)

    Claridad de objetivos.
    El establecimiento de unos objetivos claros es una de las primeras fases de la planificación deportiva para mejorar así el rendimiento del deportista.
    La determinación de los objetivos más propicios en cada momento puede obedecer a las siguientes subfases (Buceta,1998):

    • Delimitación del periodo de tiempo que es objeto de planificación: sujeto a la temporalidad del evento a preparar.
    • Consideración de las competiciones a afrontar: las demandas competitivas han de tenerse en cuenta ya que varían de unos deportes a otros a la hora de marcarse objetivos.
    • Valoración de las posibilidades de éxito de los deportistas: la evaluación de las posibilidades de consecución de los resultados esperados.
    • Establecimiento de objetivos de resultado: la elección del resultado deportivo a lograr, han de ser específicos, atractivos y realistas.
    • Planteamiento de objetivos de realización: referidos a los logros relacionados con la conducta propia que los deportistas han de conseguir para incrementar la probabilidad de alcance de sus objetivos.

    Dependiendo de su autoconfianza (grado de certeza en consonancia con experiencias anteriores, que el deportista posee respecto a su habilidad para alcanzar el éxito (Dosil,2004)), que posea el deportista, de como de claros sean sus objetivos o metas, afectarán al rendimiento.
    Aquellos deportistas con baja autoeficacia pueden desanimarse fácilmente ante el fracaso, mientras que otras que están convencidas de sus capacidades intensifican su esfuerzo por conseguir sus objetivos marcados (Dosil, 2004).

    Compromiso con el programa de entrenamiento.
    El compromiso se demuestra cuando las cosas no van bien.
    La adherencia al entrenamiento se refiere al grado de cumplimento de las tareas por parte de los deportistas consustanciales al entrenamiento, tales como:
    • Asistencia y puntualidad a las diferentes actividades.
    • Realización de todo aquello que está incluido en el plan de preparación.
    • Aportación del esfuerzo físico y mental, necesario para conseguir el máximo aprovechamiento.
    Es obvio que la falta de compromiso en el entrenamiento repercute en la falta de rendimiento, sin embargo, un exceso del mismo puede afectar en el mismo sentido.

    Los esfuerzos para que el compromiso en el entrenamiento sea el adecuado han de ir en dirección de los siguientes objetivos:
    • Desarrollo de la motivación básica
    • Fortalecimiento de la motivación cotidiana.
    • Control de las situaciones estresantes en el entrenamiento.
    • Control de planteamientos y reglas de funcionamiento relacionados específicamente con la adherencia.
    Análisis del error.

    Hull, en su teoría del drive, sostiene que en los deportistas jóvenes, que están adquiriendo habilidades y cuya fuerza del hábito es el error, al aumentar el arousal (respuesta inmediata del organismo a nuevos estímulos o inputs (Hardy, Jones y Gould, 1996), se incrementan los errores en la ejecución, mientras tanto en los deportistas de élite, cuya fuerza del hábito es el acierto, con el aumento de la activación aumenta el rendimiento.

    Las reacciones de los deportistas suelen presentar un mismo patrón.
    Cuando la competición o los resultados han sido buenos, el estado en el que se encuentran es de euforia y alegría.
    Cuando existen errores y la competición o el entrenamiento no han sido buenos entonces presentan tristeza y apatía. No han de realizarse críticas, habrá que esperar para hacer observaciones toda vez que las emociones y vivencias del evento no sean tan próximas.

    Si se sufre una derrota a pesar de una buena actuación se ha de enfatizar el esfuerzo y el rendimiento realizados.
    Si se sufre una derrota con una mala actuación se ha de enfatizar sobre la mejora física, técnica, táctica o psicológica en una charla corta (Dosil, 2004).

    Tras la competición o el entrenamiento, el deportista habrá de realizar un plan personal debido a la importancia de analizar los errores cometidos. Se distinguen 3 fases:

    1. Recuperación física y mental
      • No han de analizarse los errores sino volver a la calma física y mental.
    1. Autorregistro de la competición.
      • Se realizan las primeras reflexiones. 
      • Comenzando por el registro de los aspectos más importantes que hayan podido causar los errores: problemas antes de la competición, condiciones no ideales, pérdida del enfoque durante la competición, pobre comienzo, retraso al comenzar, etc.
    1. Balance general y aprendizaje para el futuro
      • Momento para profundizar en lo ocurrido, se pretende realizar un análisis crítico para distinguir los aciertos y los errores.

    Atribución interna de éxitos y fracasos.
    Heider propuso el modelo de atribución básico en el que los resultados se atribuyen internamente a la persona o externamente, fuerza personal o ambiental respectivamente.

    • La fuerza personal está compuesta por los factores de capacidad y esfuerzo.
    • La fuerza ambiental está compuesta por los factores de dificultad de la tarea y la suerte.
    Weiner, reestructura el modelo de Heider en dos dimensiones: estabilidad y locus de control.
    • La estabilidad está compuesta por atributos estables e inestables.
    • El locus de control está compuesto por locus interno y externo.
    Los deportistas que poseen locus de control interno tienden a creer que sus conductas influyen en los resultados.
    Los deportistas que poseen locus de control externo atribuyen sus resultados a fuerzas externas, como el destino, el azar y otras personas.

    Posteriormente, Weiner, incorpora los cuatro factores de Heider: esfuerzo, habilidad, dificultad de la tarea y suerte.
    Clasifica a la capacidad como interna y estable, el esfuerzo como interno e inestable, la dificultad de la tarea como externa y estable y la suerte como externa e inestable.

    Prevé que en general las personas atribuyen sus éxitos y fracasos a uno de los cuatro factores.
    Más adelante, Weiner, añade una tercera dimensión, denominada contrabilidad, referida a si un resultado se percibe como controlable o incontrolable, finalmente la denomina locus de causalidad.

    Las atribuciones que los deportistas hacen en respuesta al éxito o al fracaso están ligadas con sus sentimientos de autoestima y autoconfianza.
    Los individuos con baja autoestima tienen más probabilidades de internalizar un fracaso y responder con emociones negativas, tienden a asignar sus derrotas a sus capacidades internas y las victorias a factores externos como la suerte o la escasa dificultad de la prueba.
    La atribución de todos los éxitos a causas internas se denomina estrategia de mejora del yo.
    La atribución de todos los fracasos a causas externas se denomina estrategia protectora del yo.

    MODELO ATRIBUCIONAL BÁSICO
    HEIDER
    FUERZA PERSONAL
    FUERZA AMBIENTAL

    CAPACIDAD (HABILIDAD)
    DIFICULTAD DE LA TAREA

    ESFUERZO
    SUERTE


    WEINER

    ESTABILIDAD
    LOCUS DE CONTROL
    LOCUS DE CAUSALIDAD
    ATRIBUTOS ESTABLES
    LOCUS INTERNO
    RESULTADO CONTROLABLE
    ATRIBUTOS INESTABLES
    LOCUS EXTERNO
    RESULTADO INCONTROLABLE


    INTERNO
    EXTERNO
    ESTABLE (CONSTANTE)
    HABILIDAD INNATA
    DIFICULTAD DE LA TAREA
    INESTABLE (VARIABLE)
    ESFUERZO
    SUERTE

    Tolerancia a la presión.
    Las presiones soportadas por los deportistas de alta competición son considerables, estas actúan sobre las características de cada deportista. Se ha de reparar en que los sujetos están actuando al límite de sus exigencias, y es ahí donde pueden aparecer el estrés y la ansiedad (Linares, 2001).

    Existen diferencias entre la ansiedad y el estrés que puede padecer un deportista fruto de la presión a la que se ve sometido en los entrenamientos o durante la competición. Landers y Arent (2001), citados por Dosil (2004), especifican las diferencias a partir de la dirección de la conducta, según la cual la ansiedad se relaciona con aspectos negativos y el estrés puede ser tanto positivo como negativo. Aparecen la ansiedad y el estrés negativo cuando el nivel de activación es alto; sin embargo, dicha situación no ha de darse obligatoriamente ya que un deportista puede ser capaz de dominarse en situaciones de alta activación, no mostrando ni ansiedad ni estrés.

    Varios factores o situaciones de incremento de presión para los deportistas
    • Importancia del evento: a mayor relevancia mayor probabilidad de estrés.
    • Inminencia del evento: es conveniente mostrar al deportista el momento oportuno para pensar en la competición.
    • Incertidumbre: el desconocimiento del resultado puede derivar en presión para el deportista, la incertidumbre crea una sensación de falta de control que suele tener decrementos en el rendimiento.
    • Amenaza de fracaso: las autoevaluaciones pueden ayudar al deportista a centrarse en lo que tiene que hacer, disminuyendo la influencia externa y aumentando el control sobre su rendimiento.
    • Situaciones novedosas: para solventar dichas situaciones se ha de trabajar la autoconfianza del deportista, siendo esta alta, el sujeto tendrá la sensación de que se puede enfrentar exitosamente a cualquier situación, aunque esta sea novedosa o entrañe dificultad.
    • Experiencias frustrantes: referidas a situaciones pasadas negativas. El sorteo de dichas situaciones radica en la capacidad de centrarse en lo que ha de realizarse. Este control mental es necesario en modalidades donde se compite cada poco tiempo y es perentorio la recuperación del deportista.

    martes, 9 de julio de 2019

    CONTRIBUCIONES DE LOS ASPECTOS PSICOLÓGICOS A LA PROGRESIÓN Y EL RENDIMIENTO DE LOS DEPORTISTAS DE ALTO NIVEL



    El funcionamiento psicológico de un deportista puede influir tanto positiva como negativamente en el funcionamiento físico, técnico, táctico y estratégico, habrá que prestar atención a controlarlo en la dirección adecuada para optimizar el rendimiento deportivo (Buceta).

      1. Estabilización del estado de ánimo de los deportistas.
    La actividad realizada por el deportista durante la competición se ve afectada por su estado de ánimo habitualmente.
    Las emociones, sentimientos y el afecto son variables que inciden sobre el esfuerzo a realizar y su valoración.
    Un estado anímico resistente o la capacidad de estabilizarlo, ya sea en los entrenamientos o durante la competición, está caracterizado por un sentimiento de compromiso hacia sí y el trabajo, por una percepción de control ambiental, además de una tendencia a acercarse a los cambios con una actitud de desafío. Según Rich y Rich (1987), las personas de este tipo son capaces de prevenir o reducir la incidencia del “burnout”.
    Es por ello que poseer un estado de ánimo resistente o ser capaz de estabilizarlo se caracteriza por un sentimiento de compromiso hacia sí mismo y el trabajo, por una percepción de control del ambiente, así como, una tendencia a acercarse a los cambios con una actitud de desafío antes que de amenaza.

    Los cambios y fluctuaciones del estado de ánimo se producen durante una misma competición afectando a la tolerancia psicológica, provocando determinadas consecuencias en el rendimiento.

    Existe un cuestionario denominado POMS para la valoración del perfil de estados de ánimo, utilizado para identificar los efectos psicológicos del entrenamiento y de la propia competición, cuando se aplica periódicamente permite establecer una relación entre el estado de ánimo y la situación en la que se encuentra el deportista. (Barrios, 2002).

      1. Mantenimiento de la motivación a lo largo de la temporada.
    La comprensión de la la importancia de la motivación durante la carrera deportiva nos invita a conocer los tipos de motivación existentes y cuáles facilitan el mantenimiento de la actividad deportiva.

    Motivación básica: aquella base estable de la motivación, determina el compromiso con el deporte.
    Motivación cotidiana: aquella que se refiere al interés de la actividad en sí misma, relacionada con el rendimiento personal cotidiano.
    Motivación intrínseca: aquella referida al deportista motivado desde sí mismo, mediante su propia determinación.
    Motivación extrínseca: aquella referida a la que proviene de refuerzos externos necesarios para el mantenimiento de la práctica deportiva.
    Motivación orientada al ego: aquella cuyo origen viene de la competencia con otros deportistas, donde el resultado es muy influyente.
    Motivación a la tarea: aquella que depende más de impresiones subjetivas de dominio y progreso personal.

    En definitiva, hay cierto tipo de motivación, como la orientada al ego, al resultado o extrínseca que pueden resultar perjudiciales, debido a que el deportista atribuye a elementos externos, fuera de su control, un valor superior en el mantenimiento. Este tipo de motivación suele ser preponderante en las etapas iniciales.
    Sin embargo, para que el deportista se mantenga es necesario un equilibrio entre la motivación intrínseca y la tarea con la extrínseca, siendo la primera la hegemónica en situaciones de dificultad para la continuidad del deportista.

      1. Facilitación del aprendizaje de las habilidades propias de la modalidad deportiva.
    El aprendizaje de una habilidad puede verse facilitado cuando se den una serie de circunstancias, a saber:

    • Se considera necesario enriquecer significativamente las posibilidades de rendimiento del deportista.
    • La capacidad por parte del deportista de la asimilación del nuevo contenido.
    • La adecuación del momento junto con la prioridad respecto a otros contenidos de entrenamiento.
    • La viabilidad del aprendizaje entendida esta como la disposición de los recursos y los costes del nuevo aprendizaje.
    • El entrenador está preparado para afrontar ese cometido.

    Señalar el hecho que no solo se trata de aprender una nueva habilidad, sino que se pueden tratar del perfeccionamiento o abandono de habilidades o conductas que se estiman no son beneficiosas para el desarrollo o mejora del deportista.

      1. Estabilización del rendimiento bajo presión.
    Habitualmente, los momentos en los que aparecen una mayor presión son los que anteceden a la competición, surgiendo incrementos de niveles de estrés y ansiedad.

    Tanto el estrés como la ansiedad pueden tener manifestaciones físicas, comportamentales o psicológicas, dilucidar si estas últimas afectan al rendimiento supone una dificultad añadida.

    Es valioso enseñar al deportista a conocer su cuerpo para percibir si la presión afecta a su nivel de activación, si a esto unimos la identificación y clasificación de las fuentes de estrés permitirá una mejor prevención, redundando en una estabilización del rendimiento.

    CONSEJOS PARA MONTAR EN BARCOS DE EQUIPO PARA KAYAKISTAS

      Consejos para Montar en Barcos de Equipo para kayakistas El marca debe buscar una palada consistente, firme, compacta, sólida y ...